martes, 31 de mayo de 2011

LA DEMOCRACIA ES UNA CASUALIDAD

Leí en un periódico argentino que el deporte es el reflejo de la vida. Y no le falta razón. Sobre todo en un aspecto: En la actitud cuando ganas y cuando pierdes. Practico deporte desde que apenas levantaba dos palmos del suelo y, entre otras cosas, me enseñaron a ser noble y limpio, a respetar las reglas y, sobre todo, al contrario. Ése apretón de manos al final de la "batalla" es algo más que un gesto. Es el reflejo de la propia persona, felicitando al rival tras la lid.
Las elecciones no dejan de ser como un encuentro deportivo: Rivales que se baten; unas reglas definidas; unos árbitros que imparten justicia... Y unos resultados emanados de la voluntad de los votantes. Y lo habitual es que al final del partido, los rivales se den la mano y comiencen a preparar otras lides como las acciones de gobierno y oposición. Pero, como de todo hay en la viña del señor, no siempre es así. Para ello dos ejemplos:
En primer lugar, el alcalde en funciones de Córdoba, el señor Andrés Ocaña (IU), en un alarde mesiánico y omniscio afirmó que "el pueblo se ha equivocado" tras su derrota el pasado 22 de mayo. Y es que, quien no ha sabido nunca ganar, nunca sabrá perder (y de eso sabe bien Sergio Busquets, por ejemplo). Y tenemos que decirle a este profeta de la política que la soberanía popular no se suele equivocar y que, si lo hace, suele rectificar, y que el error suele ser más bien del político que del que lo elige. Así que mejor que se ocupe de la autocrítica, que siempre viene bien y que dejes los tintes dictatoriales (aunque de los comunistas, esto último no me extraña).
En segundo lugar, tengo que hablar de Juan Ramón Felipe, alcalde en funciones de S/C de La Palma y candidato perdedor de ese conglomerado de ¿partidos? que es Coalición Canaria (API, AIC, ICAN, PNC, CCN...) que dijo que el PP "ganó de casualidad" y todo porque los populares ganamos por un centenar votos. Pues hay que decirle al nacionalista que esos votos son un centenar de personas, un centenar de historias que han decidido que el proyecto del PP es el más atractivo para la capital palmera. Y como respeto cada uno de los votos, cada una de las personas que en libertad se acercan a las urnas ese centenar de votos, así como los casi 3000 que hemos recibido, así como los que hayan ido a otras fuerzas, me parece aberrante que un político piense que cien personas sean "una casualidad". Seguramente, para CC en S/C de La Palma y para su candidato la democracia sea "una casualidad" que ocurre cada cuatro años y que sólo es útil cuando sirve a sus objetivos (esto me recuerda a "ilustres demócratas" como Pablo Iglesias, Largo Caballero o Hugo Chávez). Sabemos que CC está acostumbrada a que La Palma y sus municipios sean sus fincas particulares pero, afortunadamente, los ciudadanos les recordamos de vez en cuando que no es así.
Es la actitud del mal perdedor y del pésimo demócrata, que no respeta ni las reglas, ni a los rivales, ni a los árbitros, que son, en última instancia los ciudadanos. En Santa Cruz de La Palma y en toda la isla nos han dado una lección y es que las instituciones no son patrimonio de los políticos ni de un partido, en este caso CC, sino de la voluntad de cada uno, sean 5, 10, 100 ó 1000 votos. Desgraciadamente, algunos seguirán pensando que el pueble se equivoca cuando no les favorece o que votar es una triste casualidad. Afortunadamente en España, desde hace más de treinta años, la realidad no es así.

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