lunes, 21 de septiembre de 2009

Música clásica vs. Rock and Roll


Inicio el curso, dejando a un lado mi pasión política y embarcándome en otro de mis adorados vicios: El deporte. Concretamente me referiré a mi amado tenis, que me ha dado grandes alegrías y alguna que otra visita al hospital.
Para ello, y pasado el último gran torneo de la temporada, tengo que referirme a esos dos monstruos de la raqueta llamados Roger Federer y Rafa Nadal. Así que empezaré con el que es, a mi juicio, el mejor de la historia; ese tirano suizo llamado Roger Federer.
El hoy número uno del mundo y mañana número uno de la historia, nos ha deleitado con su tenis acompasado, estéticamente perfecto, brillante en su ejecución y frío en su concepción. Con la fuerza de una sinfonía de Beethoven y encantador como un nocturno de Chopin. A Roger le pasa como a la música clásica, que podemos entender o no, pero sabemos que es maravillosa, nos embriaga y nos causa admiración. Sabemos que es un virtuoso, como Paganini, trascendental, como Händel, innovador como Stravinski y maravillosamente tramposo como Bach. Ha elevado la práctica del tenis a la categoría de arte.
En el otro lado, tenemos a nuestro Rafa Nadal, sin la categoría artística de su rival, pero con la casta y la velocidad que suplen cualquier carencia. Es todo pundonor y determinación. Sabe lo que quiere, como lo quiere y se lanza a conseguirlo. Para ello, imprime ritmos vertiginosos a sus partidos como la guitarra de Slash, inalcanzable para sus rivales; es imprevisible como Jimmy Page y universal como los Rolling. Ha convertido al tenis en algo instintivo, pasional y nos hace levantarnos del asiento en cada punto.
Son dos formas de entender el deporte: Uno causa admiración y el otro pasión; uno realiza golpes increíbles y el otro, imposibles. Llamados a dominar, como lo están haciendo ya, el circuito y, seguramente, la historia.
En otro orden de cosas, y en un análisis más técnico, en el tenis podemos remitirnos a cuatro aspectos: Técnica, táctica, mentalidad y condición física. Así que vamos a contraponer a ambos jugadores y sus cualidades:
  • Técnica: Creo que no hay ninguna discusión cuando afirmamos que Federer es técnicamente superior a Nadal, ya que el suizo es prácticamente perfecto en este aspecto, llegando casi a la perfección. En cambio, Nadal es bastante inferior, no sólo a Roger, sino también a otros tenistas actuales como Murray, Djokovic o Del Potro (ojo con el argentino que si podemos decir que Rafa es el anti-Federer, podemos decir que Juan Martín Del Potro es el anti-Nadal)
  • Táctica: Esta vez es el español que sale triunfador. Prepara muy bien los partidos, sabe lo que tiene que hacer en cada momento en función del rival que tiene en frente, por eso tiene la capacidad de ser más ofensivo, más agresivo o más defensivo según las necesidades del encuentro. En cambio, Federer no trabaja tácticamente. Es tan superior a sus rivales que no considera esta cuestión y, algunas veces lo puede pagar (la última final del US Open es un buen ejemplo de como se pierde un partido tácticamente)
  • Mentalidad: Otro punto para Rafa. Sin discusión. Es la gran baza de su tenis. Su carácter ganador y luchador, sin dar una bola por perdida, jugando cada punto y haciendo que el rival dé siempre un golpe de más. Roger no es débil mentalmente, todo lo contrario, hemos visto como levanta partidos imposibles, pero no tiene la garra que tiene el español punto a punto.
  • Condición física: En mi opinión, físicamente el número uno es Federer. Me explico. ¿Alguien ha visto al suizo boqueando al final de un partido? ¿Con paso cansino o roto por el esfuerzo? Yo nunca. Es cierto que Rafa también es muy fuerte y que sus partidos suelen tener una mayor exigencia física, pero sí muestra cierto cansancio, aunque su poder mental lo suple perfectamente. En cambio, el suizo siempre mantiene el mismo gesto, el mismo ritmo, como un martillo pilón, sin dar muestras de fatiga.
En resumen, tenemos la suerte de disfrutar, en facetas diferentes, de dos genios del tenis (¿Irrepetibles?). Podemos deleitarnos con partidos inolvidables y ser testigos de la historia. Así que, como yo siempre me mojo, yo soy "federerista" (espero que no se me note mucho), pero elegir entre ellos es siempre una buena elección.