A lo largo de la Historia, el Hombre ha ido conquistando y alcanzando mayores cotas de libertad. Para muchos, en eso ha consistido el devenir de la Humanidad, en una lucha constante entre afán de poder y el de libertad. Unas veces ha sido de manera cruenta como en la Revolución Francesa y otras maneras de manera pacífica y democrática como en nuestra Transición Española.
Pero donde hemos encontrado un espacio de libertad inconmensurable sin apenas darnos cuenta es en internet. Nada hacía presagiar que, cuando en 1969 se creaba ARPANET (primera conexión de computadoras en tres universidades del Oeste de USA), se abriría un campo tan vasto como impredecible. Un espacio donde podemos expresarnos de la manera que creamos, sin censura, sin miedo y sin ningún tipo de cortapisas.
Hoy, día 17 de Mayo celebramos el día mundial de internet e, independientemente de lo festivo y superfluo que puede parecernos, es un buen día para pararnos a pensar todo lo bueno (y no tan bueno) que nos ha traído internet en todos estos años. Desde la aparición del WorldWideWeb hasta la comunicación 2.0. Desde el uso del correo electrónico hasta las redes sociales.
Gracias a la imponente red, hoy somos la sociedad más informada (que no la mejor), donde cada uno de nosotros puede convertirse en altavoz de la realidad o redactor social. Cada persona puede ser un pequeño “medio de comunicación”. Estamos comunicados en tiempo real con cualquier lugar del mundo y casi con cualquier persona en el orbe. Podemos intercambiar información, opiniones, documentos (pese a los intentos de alguna ministra…) y expresarnos de la manera que queramos.
También es cierto que de las bondades de la red se pueden aprovechar cualquier indeseable con el afán de hacer daño, mentir o cualquier otra actividad innoble. Pero esa es la otra cara de la libertad del hombre. Y, aunque algunos autoproclamados defensores de la misma, la ataquen en sus fundamentos más básicos, no hay excusa válida para suprimir o recortar esta conquista de más de mil cien millones de usuarios (con proyecciones de doblar esta cantidad durante la próxima década).
Un mundo de oportunidades se ha abierto y se abre cada vez más ante nosotros. ¿Hasta dónde llegaremos? Quién sabe. El límite sólo está en la mente del hombre. El ser humano es un ser maravilloso, no por lo que es, sino por lo que es capaz de ser. El ser humano se desarrolla plenamente en libertad y ansía cada vez más para poder seguir avanzando y realizándose. Hoy conmemoramos una conquista, de las muchas que hemos alcanzando y de las muchas que nos quedan por tomar porque, como decía Sartre “el hombre nace libre, responsable y sin excusas”.